Luego de un año de la implementación del gravamen a las bolsas plásticas, se revela que mientras los hogares colombianos redujeron hasta en un 50 % el uso de estas, lo que supone un avance más que importante y una excelente noticia para el medio ambiente, el gremio de industrias plásticas sufrió pérdidas considerables.

Entre los aspectos positivos se resalta que entre julio 1 de 2017 y la misma fecha de 2018, la DIAN logró recaudar cerca de $20.000 millones por este concepto mientras que aproximadamente 100.000 millones de bolsas dejaron de ser usadas, lo que significa que la medida que buscaba desincentivar el uso de estos elementos está siendo efectiva. Por otra parte, las pérdidas reportadas por la Asociación Colombiana de Industrias Plásticas (Acoplásticos) serían importantes ya que la venta de bolsas plásticas para establecimientos de comercio, han caído entre un 60 % y un 70 %.

El país dejó de consumir cerca de 1.000 millones de bolsas.

El impuesto a las bolsas plásticas ‘celebró’ su primer cumpleaños el pasado 1° de julio con cifras que son dulces para algunos pero agrias para otros.

Por un lado, la implementación de un tributo, que aumentará hasta el 2020, para la compra de este tipo de productos, llevó a que la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN) recaudara aproximadamente $20.000 millones en el primer año de vigencia de la norma.

Así lo aseguró Hernando Gallo, asesor de la Dirección de Ingresos de la DIAN, quien explicó que, en el 2017, los dineros recogidos por este gravamen superaron los $6.500 millones y en el primer semestre de este año van algo más de $13.300 millones.

Impacto positivo

“Es importante tener en cuenta que la cifra de recaudo de este impuesto no tiene una meta, ya que la idea del mismo es desincentivar el uso de las bolsas plásticas, lo cual hemos venido observando por el recaudo”, indicó Gallo.

Y agregó que, a abril, más de 32.000 contribuyentes han entregado datos de cobro de este impuesto y que en unas semanas se conocerán las cifras definitivas de todo el primer semestre del año, ya que las demás declaraciones empezarán a revisarse en los próximos días.

Cuando se incluyó este artículo en la reforma tributaria, el Ministerio de Ambiente indicó que, en promedio, cada persona usaba algo más de 300 bolsas al año, de las cuales más de la mitad quedaban desperdiciadas casi de inmediato.

Este panorama llevó a que en la reforma fiscal de finales del 2016 se impusiera un impuesto de $20 en el primer año de vigencia (2017), el cual irá aumentando $10 cada año hasta llegar a los $50 en el 2020.

“A partir de ese momento, el costo de las bolsas plásticas solo aumentará en proporción del Índice de Precios al Consumidor (inflación) y siempre será para grandes cadenas, no para pequeños comercios”, explicó el asesor de la DIAN, quien agregó que la idea del tributo siempre será que caiga, ya que eso es un termómetro de que el consumo también lo ha hecho.

De hecho, el único número que ha aumentado entre el año pasado y este ha sido el de los contribuyentes que deben declarar el impuesto a las bolsas plásticas, que aumentó en algo más de 3.500. Para el asesor esto se explica en que ese mismo número de empresas superaron el tope de ingresos brutos que los mantenía en el régimen simplificado y ahora están en el común, con lo cual desde este año comenzaron a reportar el gravamen ‘verde’.

Asimismo, aseguró que es mínimo el número de quejas recibidas en la DIAN por cuenta de malas devoluciones o facturación de este impuesto, pero que los canales están abiertos en la página web.

Industria, con cautela

En contraste con este panorama, desde la Asociación Colombiana de Industrias Plásticas (Acoplásticos) aseguran que las pérdidas del sector son altas, aunque dicen que más que por el impuesto a las bolsas, esto se debe a un cambio en la cultura ciudadana.

“Las ventas de empresas que fabrican las bolsas para establecimientos de comercio han caído entre 60 % y 70 %; las de las empresas informales, entre 30 % y 35 %, y las que fabrican bolsas, pero también tienen otras líneas están en el orden del 5 % al 10 %”, aseguró Daniel Mitchell, presidente del gremio.

Asimismo, indicó que el consumo puede haber caído hasta 50 %, lo que –según el directivo– significa que Colombia pasó de consumir unas 2.000 millones de bolsas anuales a 1.000 millones, refiriéndose exclusivamente a las que se venden a grandes establecimientos y no a todas las del mercado.

En plata blanca, esto indica que a inicios del 2017 cada colombiano consumía, en promedio, 40 bolsas por año, cifra que hoy está en 20 y que tiene en jaque al sector.

A propósito de esto, el presidente de Acoplásticos explicó que ahora la estrategia del sector es en enfocarse en las bolsas biodegradables, “ya que la caída de ventas es más por la cultura que por los impuestos, aunque estos ajustes pueden hacer que los costos nos aumenten entre 10 % y 20 %”, concluyó.

Caída de las cifras

Según un estudio del Departamento Nacional de Planeación (DNP), siete de cada diez hogares del país redujeron el consumo de bolsas plásticas, tras la entrada en vigencia del impuesto, que quedó incluido en la reforma tributaria del 2016. En su momento, Luis Fernando Mejía, director del DNP, afirmó: “Con estos resultados constatamos que la medida está siendo efectiva y que los colombianos están cambiando sus hábitos. Avanzamos hacia un uso más eficiente de este producto, contribuyendo así a la conservación del ambiente”.

Bogotá y Cali, y los estratos 5 y 6 son los grupos poblacionales que más redujeron el consumo de bolsas plásticas, según el estudio de Planeación.

Fuente: INCP y Portafolio