Después de perseguirlo varios años, finalmente, el pasado miércoles 30 de mayo se firmó el ingresó de Colombia a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), cuya misión (como lo señala la organización) es promover políticas que mejoren el bienestar económico y social de las personas alrededor del mundo.
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, junto al secretario de general de la OCDE, José Ángel Gurría –en presencia del consejo de ministros del organismo internacional y el presidente francés Emmanuel Macron– firmaron el acuerdo de ingreso.
La afiliación de Colombia a este selecto grupo, supone el desarrollo de buenas prácticas en varios campos, por lo que el país debe asumir compromisos serios en torno a temas como la lucha contra la corrupción y el delito de soborno internacional; temas para los que la Superintendencia de Sociedades ya presentó una propuesta.
Al ingresar a la OCDE, Colombia asume compromisos en lucha contra la corrupción y el soborno internacional. Como parte de los compromisos y requisitos que condujeron al ingreso de Colombia a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la Superintendencia de Sociedades puso en marcha una nueva estrategia de lucha contra la corrupción y el delito de soborno internacional y se la presentó a delegados de ese organismo.
El Superintendente de Sociedades, Francisco Reyes Villamizar, explicó los avances del País en los últimos meses para prevenir, detectar y sancionar conductas ilícitas en las que puedan incurrir compañías domiciliadas en Colombia, que tengan negocios en el exterior.
Estas políticas están en consonancia con la Convención para Combatir el Cohecho de Servidores Públicos Extranjeros en Transacciones Comerciales Internacionales de la OCDE.
“En múltiples sesiones del grupo de trabajo sobre soborno transnacional, llevadas a cabo en la OCDE, la Superintendencia atendió las inquietudes de ese organismo, en torno a los instrumentos con que cuenta para identificar, perseguir y sancionar conductas ilícitas relacionadas con la corrupción empresarial, de modo que el país se sintonizó con los estándares impuestos por ese organismo”, explicó el Superintendente Reyes Villamizar.
Por lo demás, en reciente visita, Drago Kos, Presidente del grupo de trabajo sobre soborno internacional de la OCDE dirigió talleres de capacitación con los funcionarios de la Superintendencia.
Así mismo, la entidad ha incorporado avances tecnológicos y normativos en esta materia, como la consolidación del laboratorio forense. Igualmente, ha implementado la ley 1778 de 2016, que le otorga amplias facultades a la Superintendencia de Sociedades para ejercer sus labores relacionadas con estos asuntos.
La Superintendencia cuenta con la facultad de aplicar sanciones a “cualquier persona jurídica, que por medio de empleados, contratistas, administradores o asociados, dé, ofrezca, o prometa, a un servidor público extranjero, sumas de dinero o cualquier objeto de valor pecuniario a cambio de que éste realice, omita o retarde un acto relacionado con sus funciones”, precisó el Superintendente Reyes Villamizar. Las sanciones por estas conductas, fueron establecidas en multas que pueden superar los 50 millones de dólares.
Cabe recordar que, en la misma ley “antisoborno”, se le asignaron a la Superintendencia atribuciones relativas a la prevención de esta clase de conductas. Por ello, la Superintendencia les ha exigido a más de 500 compañías que supervisa, la adopción de programas de ética empresarial para crear conciencia acerca de la gravedad de estas conductas y para facilitar la detección temprana de prácticas que, además de atentar contra el orden público, pueden destruir la reputación de las compañías.
Fuente: INCP y SuperSociedades